La herencia Valwine

La herencia Valwine

Es una bodega joven, aunque su historia empezó a escribirse ya hace más de 80 años. Todo comenzó cuando Daniel Fernández Folgueral, el bisabuelo, comenzó a trabajar unas viñas en Fuentesnuevas, levantó con sus manos el lagar y los tinos de hormigón y compró la prensa y unas grandes barricas de castaño y nogal para elaborar y vender vino. Esa herencia, con el mismo espíritu familiar y tradicional que entonces, se ha convertido hoy en día en Valwine Bierzo en las manos de su biznieto, Alex Alejandre.

Él cogió el testigo hace poco más de cuatro años, cuando ya hacía más de una década que no se hacía vino en esa casa y las uvas de las viñas familiares se vendían. Le animó su tío Daniel, uno de los cinco hijos que tuvo el bisabuelo -su abuela Avelina era la mayor-. «Me cogió un día y me dijo que hablara con mi tía Roge, que es a la que le había quedado la casa, y que volviera a arrancar con la bodega, que ellos dejaban de vender la uva, que me dejaban las viñas, que preparara el lagar y todo para hacer vino», cuenta Alex.

Y así empezó, con los consejos del tío a la hora de cuidar la viña y los de su padre Ángel en los procesos de elaboración en la bodega. «La viña no se abona desde hace más de 30 años y ahora estamos rebajándola para volver a meter el tractor y ararla, gradarla. Hacer como hacía el bisabuelo», apostilla, mientras me invita a ver cómo hace el bazuqueo,»igual que se hacía hace casi cien años en esta misma bodega».

valwine
Alex bazuquea el vino, como lo hacía su bisabuelo hace casi un siglo en los mismos tinos de hormigón. Foto: TQM

Vendimia en familia

Y es que el vino ya está haciendo la primera fermentación en los tinos de hormigón. Hace sólo un par de días que terminó la vendimia, que se sigue haciendo entre familia y amigos. «Aquí siempre nos hemos ayudado unos a otros para vendimiar, aunque algún año que ha habido más producción he necesitado contratar. Este año todo gente de casa, había poca uva», explica Alex, que detalla que al final recogieron 5.500 kilos de sus dos hectáreas de viñedo, la mitad que el año pasado, todo en el paraje de La Cogolla de Fuentesnuevas.

Como toda la vida. Abuela, padres, tíos, hermanos, primos, amigos… y sobrinos. La quinta generación empieza a incorporarse a ese aprendizaje, por el que él y sus dos hermanos también pasaron cuando eran pequeños. «Mi abuela Avelina me llevaba a la viña y con 12 añines ya me colgaba la sulfatadora -llena a la mitad, precisa- y me explicaba cómo tenía que hacer», recuerda con nostalgia el bodeguero, que también hace memoria para acordarse de cómo ayudaban también ellos en la vendimia, de cómo su hermana y él pisaban la uva,  metían el vino al cubeto o echaban una mano para embotellar.

Valwine
El padre, Ángel Alejandre, con el más pequeño de la familia, Miguel, durante la vendimia. Foto: Ángel Alejandre hijo

Ahora son los hijos de su hermano, Ángel y Sofía, de 7 y 5 años, los que corren entre las viñas y quieren, como los mayores, «apañar» los racimos y llenar las cestas. El más pequeño, Miguel, que todavía no ha cumplido un año, también ha vivido este octubre su primera vendimia aunque, de momento, haya sido de brazo en brazo.

Con tres vinos Valwine

En sus viñas tiene cepas de mencía, alguna de garnacha, palomino -también llamada jerez- y muy pocas de godello, todas cuidadas de un modo «natural». «Sin pesticidas, ni tratamientos agresivos ni historias de esas», recalca Alex, que adelanta que este año ha perdido prácticamente toda la producción de uva blanca por el mildiu.

En su bodega elabora tres vinos: un joven roble, crianza y clarete. El joven roble y el crianza son vinos de mencía 100% y, mientras el primero esta mínimo seis meses en barrica en función del año y la cosecha, el segundo se cría entre 10 y 12 meses en barricas de roble francés. «Mis vinos se acaban de hacer en la botella», valora el joven bodeguero, que me da a probar unos tragos de la añada 2017 directamente de la barrica. Un color violáceo intenso. Purpúreo. Aún es una explosión de fruta en la boca. Muy fresco. Muy goloso.

valwine
El vino, directamente de la barrica a la copa, en la zona de crianza. Foto: TQM
Alex, con la antigua prensa, en la tienda de la bodega -ubicada en pleno Camino de Santiago-. Foto: TQM
Valwine
Crianza, joven roble y clarete de Valwine. Foto: TQM

De la cosecha del año pasado sólo ha sacado al mercado el clarete -del que no habrá añada 2018 por la pérdida de uva blanca-, que se hace con 50% mencía y 50% palomino y con un paso de tres meses por barrica. Todos sus vinos son, precisa, de «elaboración artesanal por decantación».

La novedad, mulsum

Por otro lado, está desarrollando un nuevo proyecto en colaboración con Miel 28 Lunas (Cerveza Castreña). Se trata de la elaboración de un mulsum, un vino típico con miel de origen romano. «Es una bebida desarrollada a partir de las antiguas técnicas romanas para la elaboración del vino. Nosotros ponemos el vino y ellos ponen la miel, que es del valle de Fornela», explica Alex, que avanza que lo sacarán al mercado a principios del próximo año.

El mulsum se elabora y fermenta igual que otro vino pero añadiéndole miel y no lleva barrica. Así, destaca, se convertirán en la segunda bodega en hacer este tipo de elaboración en España. «Ya hay una bodega que lo hace con uva cabernet y el nuestro es con un vino 100% de uva mencía», insiste Alejandre, que entiende que la tradición y lo artesanal no están reñidos con la innovación.

Y los pimientos

Pero en esta bodega no sólo se hace vino, el pimiento asado del Bierzo también lleva el sello de Valwine. De «elaboración natural» y con contraetiqueta de la Indicación Geográfica Protegida (IGP). Aquí es la experiencia de su madre Rosa María Goméz, nieta del bisabuelo, la que marca la diferencia. «Es ingeniera agrónoma y lleva haciéndolo en casa toda la vida, tenían una industria de conservas en Molinaseca, Las Salgueras», subraya Alex, que cuenta que ella es la que le dice cómo asar los pimientos, darle el toque de zumo de limón -en lugar de la pastilla conservante-, embotarlos…

Eso sí, reconoce que elaborar este producto de calidad berciano exige mucho trabajo. «Queremos que tengan un nivel gourmet, con un pelado cuidado, utilizando sólo pimientos enteros, que no estén asoleados y con unas medidas máximas y mínimas de espesor. Nuestros pimientos son la planta de la IGP y agua, agua, agua, agua. Nada más», afirma con pasión, mientras avanza que quieren empezar a tocar otro tipo de conservas, como las mermeladas.

valwine
Los pimientos de Valwine, dentro de la IGP Pimiento Asado del Bierzo. Foto: TQM

Y todo lo que tenemos aquí es gracias al trabajo de nuestros antepasados. Tenemos que seguir adelante para mantener la tradición y que no se mueran las raíces de la familia, aunque siempre mirando al futuro».Alex Alejandre, bodeguero

Ir a Valwine
Los comentarios están cerrados.