
¡Bierzo lo ha vuelto a hacer! Dos vinos de la DO Bierzo alcanzan la mítica puntuación de 100 puntos Parker en la misma añada 2023: La Faraona 2023 de Descendientes de J. Palacios y La Muria 2023 de Raúl Pérez. Así, se convierte en la primera denominación de origen en conseguir ese hito con dos de sus vinos en un mismo año (y además con dos etiquetas que no son nuevas en los 100 puntos Parker, La Faraona también alcanzó la máxima puntuación con las añadas 2014 y 2018 y La Muria lo hizo con la del 2021) y dejando patente el gran valor que tiene el viñedo en altura en la zona de Corullón.
Pocos territorios vitícolas en España están viviendo una revolución tan apasionante como la del Bierzo y el nuevo informe de Luis Gutiérrez para Wine Advocate lo ratifica, tras catar un total de 145 vinos en su último paso por la comarca.»No hay nada que me guste más que escribir sobre grandes vinos. La emoción de descubrir un proyecto brillante, encontrar una joya escondida, una añada excepcional… Y algo aún más raro: encontrar una añada excepcional en toda una región», escribe.
2023, «superb»
La añada 2023, según Gutiérrez, es una de las mejores de la historia de la DO Bierzo. Pero no se trata solo de una cuestión climática (no fue un año fácil, más bien todo lo contrario). Detrás de esta brillante cosecha hay décadas de conocimiento acumulado, una generación de viticultores y enólogos comprometidos con el viñedo y un movimiento que camina hacia la precisión, la identidad y la sostenibilidad.
El resultado, tintos que «tienden a tener un perfil elegante, etéreo y perfumado, vivo y fresco, con texturas sedosas y un equilibrio notable» y blancos de godello con poca producción, pero con una acidez vibrante y un equilibrio sobresaliente. «Es una añada muy homogénea, y cada parcela y paraje refleja exactamente la identidad que se espera de ella. Una añada de manual», añade.
Las puntuaciones del catador de Rober Parker para España han sido muy altas, ninguno de los 145 vinos catados baja de los 91 puntos. Así, cerca de un centenar de referencias consiguen entre 90 y 94, con la calificación de excelentes, y 52 se sitúan entre los 95-100 puntos como vinos excepcionales (de ellos 14 con puntuaciones por encima de los 98).
Faraona y Muria
La Faraona y La Muria tienen muchas cosas en común, más allá de los 100 puntos Parker. Son vinos de altura, cuyas uvas proceden de viñedos con suelos pizarrosos y con una importante pendiente, relativamente próximos (como las caras opuestas de un mismo monte) en el municipio de Corullón, con formas similares de trabajo de la viña (tracción animal, en orgánico y con rendimientos bajos)…
La Faraona, elaborado por Descendientes de J. Palacios, alcanza por tercera vez en su historia los codiciados 100 puntos Parker, consolidándose como el gran vino de altura de España. Procedente de un viñedo extremo situado a unos 900 metros de altitud en Corullón, es un vino que exige intuición, precisión y respeto por el ritmo natural de la vid. En esta cosecha, marcada por lluvias durante la vendimia, se vendimió en seis momentos distintos, mostrando una sensibilidad inaudita hacia el viñedo. El resultado es un vino profundamente floral, convirtiéndose en la mejor versión jamás embotellada de La Faraona, un vino que trasciende la añada y se instala en el territorio de leyenda.
El otro gran hito de la cosecha 2023 llega con La Muria, el vino de parcela elaborado por Raúl Pérez dentro de su proyecto Viariz. Este viñedo, que fue adquirido a Descendientes de J. Palacios, es el más alto de todo el Bierzo, con una altitud que roza los 1.050 metros. La Muria 2023 es un vino luminoso, delicado y transparente, con notas de granada, flores silvestres, jara y hierbas aromáticas. Tiene una cualidad aérea y caleidoscópica, que lo convierte en una rareza absoluta. «¿La mala noticia? Solo hay unas 700 botellas de esta leyenda en ciernes», lamenta Gutiérrez.
Diversidad como fuerza
El artículo de Gutiérrez también destaca otros proyectos enológicos como los de César Márquez Pérez, Verónica Ortega, Diego Magaña, Castro Ventosa, Cantariña, Olga Verde, Michelini i Mufatto o Luna Beberide , que muestran que hay una nueva generación que apuesta por el territorio, la viticultura orgánica y la precisión en bodega. El concepto de vino de paraje cobra todo su sentido en estos proyectos que expresan el alma de cada viñedo, ya sea en Corullón, Viariz, Valdecañada o Cobrana.
El Bierzo se asienta sobre una red de viejos viñedos, algunos de más de 100 años, plantados en su día con mezclas de variedades (mencía, palomino, doña blanca, bastardo, garnacha tintorera…). Gutiérrez insiste en que son precisamente estas plantaciones mixtas las que aportan una complejidad inimitable. Y aunque aún hay riesgo de abandono, muchos nuevos proyectos están recuperando estas parcelas y devolviendo vida a los suelos con prácticas sostenibles.
La recomendación de Gutiérrez es clara: “2023 es una añada para comprar con los ojos cerrados”. No solo por las puntuaciones, sino por la coherencia, la frescura y la honestidad con la que cada vino del Bierzo expresa su origen. En una época donde el mercado premia la autenticidad, el Bierzo brilla por derecho propio.
(Habrá ampliación con puntuaciones)