¿Puede la música cambiar nuestra percepción de un vino? ¿Puede una canción potenciar su sabor? Si, como lo enriquece un adecuado «maridaje» con ciertos platos o alimentos o como lo mejora poder disfrutarlo con amigos y en buena compañía. Y no es que lo diga yo, lo confirma científicamente una investigación de la Universidad Heriot Watt de Edimburgo liderada por el psicólogo y profesor Adrian North: la música influye en el sabor del vino.
La Real Academia de la Lengua (RAE) define el maridaje como «unión, analogía o conformidad con que algunas cosas se enlazan o corresponden entre sí». Así que, igual que existe un maridaje gastronómico existe también un maridaje sonoro que, según los sonidos que se escuchen en la cata, cambiará de un modo u otro el sabor y nuestra percepción del vino. Hay ciertos estilos de música que encajan mejor con ciertos estilos de vino, igual que el queso Stilton «casa» con el Oporto, el parmesano con el Barolo o el manchego curado con el Rioja.
De acuerdo con la teoría cognitiva, la música estimula áreas específicas del cerebro y ejerce un gran dominio sobre la percepción sensorial. Así, en el estudio, los participantes experimentaban cambios organolépticos (en las impresiones a través de los sentidos, principalmente aromas y sabor) dependiendo de la música que estaban escuchando mientras bebían. Con ello, Adrian North se atreve a determinar un estilo musical para disfrutar de cada variedad de uva o vino. De esta manera, sugiere escuchar rock con la cabernet sauvignon; soul y R&B (rhythm and blues), o incluso acompañamiento de guitarra, con la tempranillo; dance o disco con la chardonnay; o clásica con la sirah. Y teniendo en cuenta esto, ¿cuál sería el mejor acompañamiento para una copa de mencía?
«I wanna rock»
Como el título de la canción de Twisted Sister, con la mencía yo quiero rockear («I wanna rock»). Y ahora entiendo por qué. Y es que la investigación de North sustenta que la música fuerte y poderosa como el rock hace que percibamos el vino un 60% más potente, rico y robusto que cuando no hay música, con lo que puede aportar un ‘extra punch’ a la mencía, que generalmente se caracteriza por su frescura, su fruta, sus notas florales, sus taninos suaves y carácter delicado.
Además, la infinita variedad de estilos dentro del rock acompañan a la versatilidad y la expresividad de la mencía, con mil y una caras, que lo mismo suena extremadamente potente como el ‘Through the never’ de Metallica que se muestra elegante y delicada como ‘Wild horses’ de los Rolling Stones o evoluciona como una power ballad, estilo ‘I remember you’ de Skid Row, con una entrada tranquila hasta que llega el estribillo y entran con fuerza la batería y las guitarras eléctricas con distorsión. Imagínalo sonando dentro de tu boca.
También podemos prestar atención a un vino mencía sencillo y pegadizo, con «tres acordes» de fruta, como una canción de los Ramones o disfrutar de otro que, por el contrario, muestre la complejidad de ‘Bohemian Rhapsody’ de Queen, con un cargamento de sensaciones, aromas y sabores. Cada vino se expresa con su propia melodía y con su letra, tiene su canción.
«El vino es música líquida»
«El vino es música líquida». Así se refiere a él el crítico enogastronómico de El País Carlos Delgado, que en su artículo La música cautiva del vino escribe que «la riqueza aromática de un gran vino solo puede compararse a la riqueza tímbrica y armónica de un conjunto musical». «Como la música, tiene una línea horizontal, melódica, que se corresponde con sus aromas, y una línea vertical, armónica, que se manifiesta en la experiencia palatal (…) La música también es un fiel reflejo de las sensaciones de boca. Así, los vinos sin suficiente acidez producen una sensación de «monotonía», porque esta tiene en el vino la función que la disonancia tiene en la música», explica el experto.
El vino, según discurre lentamente por nuestra boca va expresando su melodía en un juego plurisensorial que emociona al tiempo que nos transforma».
Carlos Delgado
Y es que al final el vino y la música comparten su naturaleza, son puras experiencias sensoriales que nos emocionan y que acabamos asociando a determinados momentos de nuestra vida. Así que a partir de ahora compartiré cada semana con vosotros mis avances en el maridaje sonoro ‘mencía&rock’ y te animo a que hagas el tuyo propio. ¿Qué música crees tú que acompaña mejor a la variedad reina del Bierzo? (Puedes dejar tu opinión en nuestras redes sociales o aquí debajo en comentarios).
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