Mónica G. Diñeiro (sumiller): «Cada vez hay más mujeres metidas en este mundo y se nota en el vino»

Mónica G. Diñeiro (sumiller): «Cada vez hay más mujeres metidas en este mundo y se nota en el vino»

Una tarde soleada de un invierno atípico en el Bierzo. Un banco en mitad de una viña del pueblo del Rimor. Una mesa improvisada con ahumados, queso y cecina para maridar con un palomino maceración carbónica y una mencía del 2017. Tras las copas tenemos una de las mejores vistas de la hoya berciana. No se me ocurre mejor escenario para una entrevista para hablar de vino y de mujeres. Mónica G. Diñeiro es la primera sumiller berciana acreditada por la Junta de Castilla y León, la única en presentarse al proceso de acreditación de competencias profesionales. Y, además, es viticultora y hace vino (para beber con los amigos).

Su relación con el vino viene de lejos. En su casa siempre se hizo vino. «Yo vendimio desde pequeñina», confiesa. Pero a beberlo empezó más tarde. Fue su amigo Jacinto Palacios (Bodega Unidos por el Vino) el que le abrió las puertas de este mundo. «A él le encanta el vino y me empezó a meter en el rollo del vino, de ir a catas y empezar a comprar vino», recuerda Mónica. Se enganchó y el vino le ha llevado a recorrer buena parte de la geografía española (Rioja, Campo de Borja, Penedés, País Vasco, Navarra, Ribeira Sacra, Rías Baixas, Monterrey, Arribes del Duero, Ribera de Duero, Mancha, Valencia, Jerez, Zalema, Montilla-Moriles y Málaga) y del mundo, visitando algunas de las zonas vinícolas más importantes de Portugal, Francia, Italia, Grecia, Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, California y México.

¿Qué supone ser la primera berciana acreditada como sumiller?

Mi vida no ha cambiado mucho (Se ríe). Es un reconocimiento de algo que tú ya eras. Es la primera vez que se hace este procedimiento de acreditación por competencias y me extrañó que no se presentara más gente del Bierzo.  Solo éramos tres. Miguel Martínez (La Tronera), Jacinto Palacios (Bodega Unidos por el Vino, Devicio) y yo. No entiendo que no se haya presentado más gente, porque hay gente muy preparada en el Bierzo. Tienes que llevar más de diez años trabajando en hostelería acreditados y 300 horas de formación.

Más mujeres en el vino

¿Sigue siendo el sector del vino un sector masculino o está cambiando?

Está cambiando. Yo tengo esperanza. Las mujeres hacen cada vez mejor vino. Se nota la mano femenina en los vinos. Mi hermana lleva el tema del campo en la bodega Cuatro Pasos y le gusta mas el campo que la bodega. Ella trata con los viticultores y se encarga de la compra de la uva. Antes sería impensable que un señor mayor respetara a una mujer joven en ese puesto. Cada vez hay mas mujeres metidas en este mundo y se nota en el vino.

8 de marzo, ¿te animas a recomendar algunos vinos?

Si, os voy a recomendar diez vinos del Bierzo de proyectos en los que participan mujeres. Con algún apunte.

 

En general, tenemos la idea de que un sumiller es un experto en vino…

Es algo más. El maestro de la bodega en francés. La persona que cuida el vino, los puros y el resto de alcoholes. Además debe hablar un idioma a parte que no se el materno, inglés o francés. No sólo es él que sirve el vino, también tiene que ser él que compra. Tiene que tener un conocimiento del vino amplio para comprar vinos, algunos de los cuáles los va a guardar porque se tienen que beber dentro de cinco o diez años, pero hay que comprarlos ahora o comprarlos en premier para tener un buen precio. Controla la bodega desde el principio y también debe saber cómo maridar los vinos, cómo recomendarlo al comensal y  cómo conservarlo, que es toda una inversión.

La nariz del sumiller

¿Qué cualidades se necesitan para ser un buen sumiller?

Yo tengo compañeros que son buenísimos. Creo que lo más importante es tener olfato porque la mayoría de las catas son a ciegas. Es el principal de los sentidos.  Y aquí hay dos tipos de sumilleres. Yo, por ejemplo, descubro más los olores desagradables. Es una gran putada porque te mata el vino. Imagínate que lo tienes muy acentuado y un vino te da un poco de olor a corcho, pues ya sólo ves el corcho y no eres capaz de encontrar otros matices en ese vino.

Hay otra gente que tiene más habilidad para los olores  agradables y encuentra más cosas. Por ejemplo, un vino tiene aromas marcados banana y tiene un brett -aromas de tipo animal como caballo, establo,…- muy sutil, pues yo encuentro antes el brett y ya no encuentro la banana. Es una putada, a mi me encantaría encontrar la banana (Se ríe). Y no es que sean aromas desagradables, es que a mí no me gustas. Por ejemplo, a mi el frenazo -olores a caucho, petróleo,…- característico de algunos vinos como los riesling me encanta, pero hay personas que lo puntúan bajo porque les resulta desagradable. Es también muy importante la memoria. Si hueles algo y eres capaz de memorizarlo mucho mejor. Cuantas más referencias tengas mejor.

Por otro lado, a mi me gustan mucho estos vinos que hay ahora que son de una zona pero que se vinifican de forma diferente. Riojas que parecen Riberas, Riberas que parecen Riojas. Son como trampantojos de vino. A mi eso me gusta mucho también porque es muy difícil acertarlos.

mónica sumiller

¿Qué se debe tener en cuenta a la hora de recomendar el vino?

Lo primero es el gusto del comensal. Si hay una persona que solo bebe tinto, tiene que maridarle todo lo que tengas en la carta con tinto. Tienes que buscar entre los tintos que tienes, para ir de menos a más. Cuando la gente come, tiene que comer las cosas más frescas al principio y después ir in crescendo. Si no te gustan los vinos blancos, yo empezaría  con rosados y tintos frescos para ir subiendo con vinos con más robles o con un vino clásico.

Entonces, ¿qué vino maridarías con un botillo?

A me gusta todo el vino y me encanta maridarlo con comida y también con música. Para un botillo tiene que ser un vino fresco, como para las ancas de rana o para algo picante. A mi el botillo me gusta con blanco y con cava me encanta. Yo me comería un botillo con Xamprada encantada y con un rosado espectacular.

En el Bierzo

¿Nos falta cultura del vino en el Bierzo?

Yo creo que si. Tenemos tradición pero nos falta cultura del vino, nos falta cultura de respetar el vino. No lo profesionalizamos tanto como deberíamos. La DO Bierzo es pequeña y si todos fuéramos a una, no habría vino del Bierzo suficiente para vender.

Entonces, ¿en qué momento crees que se encuentran los vinos del Bierzo?

Está muy bien posicionado. Eso es indudable. Nuestros enólogos y nuestros vinos están muy bien situados, pero no tanto como zona. Yo creo que como zona vinícola, el Bierzo está un poco cojo. Los vinos despuntan muchísimo pero eso no va acompañado con el crecimiento de la zona. Con el nivel grandísimo que tenemos de vinos y de uva, el pequeño productor no lo cobra, manteniendo una zona de viñedo maravillosa con un valor increíble.

A los viticultores nos cuesta horrores mantener esa viña viva con la calidad que merece y luego el precio de la uva no es rentable. No te sale a cuenta mantener ese viñedo viejo. No está equiparado el precio de la uva con el precio final de vino. A la zona nos falta una unión de todos para que progrese la zona en su conjunto. Hay que apoyar más al viticultor y al enoturismo. La zona es muy especial, eso es real, y se está vendiendo por debajo de sus posibilidades. Al Bierzo le falta mucho amor para vendernos bien.

mónica sumiller

 

 

 

 

 

 

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