Los rosados son para el verano
Dice el título de una película que "las bicicletas son para el verano", como parece que también los son los vinos rosados. Y es aunque está claro que de ambos se puede disfrutar todo el año, es con la llegada del buen tiempo y el calor cuando más apetecen. Suaves y frescos, son otra forma de seguir bebiendo mencía cuando las temperaturas empiezan a subir -más ahora en plena ola de calor- y refrescarse en cada trago. Los vinos rosados y rosé permiten una temperatura de servicio más baja (entre unos 7º y 10º) que los tintos (entre 13º y 18º, dependiendo de si son jóvenes o crianza, con más o menos cuerpo...), que además pierden sabores y aromas si se toman demasiado fríos. Así, permiten la frescura de los blancos pero manteniendo más estructura en boca como los tintos, […]